Tras un tiempo sin hacer fotos, por fin me decidí a hacer un inciso en el estudio para dar una vuelta con la cámara por Sevilla.
Este domingo, cuando por fin me preparé para salir, en torno a las cinco de la tarde, va y empieza a llover. Dos semanas de sol en la ciudad y ese domingo, justo en ese momento, llueve. Aun así no tiré la toalla y esperé hasta las seis que por fin paró y el sol se asomó tímidamente entre las nubes grises.
Mi destino estaba claro: Parque de Maria Luisa y Plaza de España. Por desgracia cuando por fin me planté en el parque ya estaba todo oscuro y no había forma de sacar nada de provecho de allí.
Me di una vuelta por el parque no obstante y tras unos veinte minutos fui a la Plaza de España, lugar que no pisaba desde hace un año por lo menos. Qué decir, impresionante, imponente, imprescindible.
Cuando llegué a la fuente ya vi a otros fotógrafos plantados allí con sus trípodes explotando las vistas. Yo no iba a ser menos y también me puse por allí con mi trípode a probar distintos encuadres y tiempos de exposición.
Di muchas vueltas, subí a las terrazas y probé muchos encuadres. Debo decir que disfruté mucho del rato allí y me fui con 80-90 fotos aun sin procesar.
No obstante os traigo una foto que me ha gustado muchísimo y espero que no decepcione
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